miércoles, 9 de julio de 2014

Fiesta del Espíritu Santo

El Señor movió nuestro corazón para generar una instancia en la cual personas de distintas iglesias, podamos compartir un mismo sentir: "queremos más de Dios", y en este contexto nació la Fiesta del Espíritu Santo, con participación de amigos invitados de distintas iglesias con los cuales pudimos compartir en los talleres, tiempos de adoración, salida evangelística, y plenarias

Este encuentro que se llevó a cabo los días 27 y 28 de Junio y fue desafiante para todos nosotros. Una vez más el Señor hizo de las suyas, y con su amor, nos hizo saber que no necesitamos nada más que a Él. Durante los tiempos de culto nosotros cantábamos: te amo Señor, y su Espíritu nos susurraba: yo más. ¿Qué más podemos hacer sino adorarle?




"Recibirán poder cuando halla venido sobre ustedes el Espíritu Santo, y serán mis testigos" (Hechos 1:8). Esta palabra fue la que nos inspiró durante el desarrollo de todo este encuentro. Es decir, no queremos solamente ser llenos, sino entregar también su amor a los demás como un resultado de la llenura de su Espíritu Santo, el cual trae a nuestra vida sed por más de su presencia. Sin embargo esta es una sed muy especial. Mientras que la sed en el ámbito de lo físico nos lleva a no desear más; la sed espiritual si nos lleva a buscar más de Dios.

Disfrutamos también de un maravilloso tiempo de talleres. Nos estuvieron acompañando: Pr. José Mazurett (ECC Puente Alto) en el taller "Orando en el Espíritu", Pr. David Berguño (Viña Las Condes) en "Cantando en el Espíritu", Pr. Alejandro Ruz (Viña Las Condes) en "Ministrando en el Espíritu", Pr. Daniel Anabalón (Iglesia Pentecostal Apostólica) en "Consejería espiritual", Pr. Enzo Verdugo (Presencia de Dios) en "Peleando las batallas espirituales", y Pr. Jamie van der Westhuizen (Viña Agape) en "La misión y el Espíritu Santo". 









Cosas pasan cuando sus hijos se vuelven a la oración, es por esto que durante toda la conferencia un equipo de intercesión estuvo apoyando mientras se llevaba a cabo el programa. Si bien la asistencia fue baja durante el evento, realmente sentimos que la presencia del Señor llenaba todas las sillas, por lo que la esperanza llenaba nuestro corazón, pues esto recién comenzaba, y se trataba, no de ese evento en particular, sino de la transformación que Dios quiere operar en nosotros en el tiempo. El quiere llenarnos de su Espíritu continuamente, y darnos poder para cumplir su misión. ¡Gracias Jesús!

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